Banco Solidario, el quinto banco más grande del Ecuador en cuanto a clientes, ha sido un pionero en la atención a poblaciones previamente desatendidas por la banca tradicional. Este mes, estamos encantados de dar la bienvenida al banco a la Alianza. Hablamos con Fidel Durán, Gerente General, sobre la impresionante inclusión del banco hacia las mujeres como clientes y empleadas y su visión estratégica para desarrollar una propuesta de valor personalizada para las mujeres.
Alianza: Para nuestros lectores globales, ¿puede compartir la posición de mercado de Banco Solidario en Ecuador y la visión estratégica general de la organización?
Fidel Durán: Hace 27 años Banco Solidario fue el primer banco privado en el Ecuador que decidió ofrecer productos y servicios financieros para sectores desatendidos por la banca tradicional y específicamente microempresarios. Por otro lado, Unibanco comenzó también con una misión similar que era financiar a personas asalariadas de bajos ingresos que tampoco tenían acceso a la banca privada. Después de más de 15 años de operaciones independientes los dos bancos se fusionaron para convertirse en el principal y el más grande banco especializado en micro finanzas del país. Hoy día Banco Solidario es el 11º banco en el sistema financiero en cuanto a activos, pero somos el sexto banco en cuanto al número de clientes de crédito atendidos, lo cual demuestra esa visión de llegar a clientes con necesidades de financiamiento que usualmente son menores que los sectores tradicionales.
Nuestro trabajo y decisiones se guían por claros principios: creemos en la gente por lo que es, más que por lo que tiene. Y cuando los pequeños crecen, un futuro grande se levanta. Esto lo aplicamos en nuestro día a día.
Allianza: Con más de 20 bancos en el país, ¿cómo se diferencia Banco Solidario en el mercado? ¿El segmento de mujeres es parte de esta estrategia de diferenciación?
FD: Generar simultáneamente rentabilidad financiera y social formó parte de nuestra misión desde el inicio. Hasta el año pasado éramos el único banco en el Ecuador que hacíamos una calificación social. Somos identificados como el primero y más grande banco especializado en micro finanzas y creo que de alguna manera fuimos los pioneros en el Ecuador en la atención a estos segmentos que no estaban atendidos por la banca tradicional.
Hoy día la definición institucional de promover una mayor inclusión y diversidad en nuestra cartera es una de las estrategias y herramientas que nos permite mantenernos fieles a nuestros orígenes y fortalecer nuestro liderazgo.
Dentro de los últimos 27 años hemos incluido de manera importante a mujeres en el sistema financiero – el 54% de nuestros clientes son mujeres – pero creemos que con una estrategia puntual y acciones mas especializadas podríamos generar incluso mejores resultados.
Alianza: ¿Qué tipo de barreras enfrentan las mujeres emprendedoras en Ecuador para acceder a los servicios financieros?
FD: La exclusión financiera responde a una exclusión en diferentes ámbitos – como el ámbito educativo, laboral, de remuneraciones, etc. Hay una serie de factores del entorno que contribuyen a generar la exclusión financiera.
La normativa legal vigente es también una de las principales barreras – por ejemplo cuando se exige que una mujer que accede a un préstamo tenga que firmarlo con su cónyuge – variable que nosotros hemos gestionado para promover mayor inclusión financiera, eliminando el requisito para montos inferiores a USD 10 000.
La limitación más importante en el Ecuador son los techos a las tasas de interés. Todos los estudios determinan que límites a las tasas de interés generan mayor exclusión y quienes se quedan por fuera son los segmentos mas pequeños en la base de la pirámide, donde hay una gran mayoría de mujeres.
Y finalmente, desde el lado de la oferta, el desconocimiento que las instituciones tenemos de cómo abordar a este segmento de mejor manera y que no tiene que ver principalmente con productos. Tiene que ver mucho más con cómo nos relacionamos, cómo son nuestros procesos, y qué tipo de mensajes damos a las mujeres. También creo que la falta de capacidad de administrar la data desglosada for género y desagregarla es una barrera.
FD: Hay dos segmentos en donde se puede notar mayor exclusión en el Ecuador – el segmento de pequeña empresa que está en evolución y tiene todavía características de informalidad y el de la base de la pirámide, con una composición mayoritaria de mujeres.
Por la limitación de tasa de interés decidimos -en primer instancia- abordar la base de la pirámide. Decidimos lanzarnos a incorporar la tecnología para poder hacer que los procesos de evaluación y de seguimiento sean menos costosos. Hemos desarrollado un aplicativo por ejemplo, que prácticamente permite a nuestros asesores hacer la aprobación de operaciones en el campo directamente. Los asesores ingresan información financiera básica y, por medio de modelos de calificación a partir de variables sociodemográficas o comportamentales, podemos tomar decisiones más ágiles. Hemos trabajado mucho en temas de digitalización. Por ejemplo, somos hasta donde conozco el único banco autorizado legalmente para poder emitir firmas electrónicas. De hecho, el 30% de nuestras renovaciones de crédito mensuales se hacen de manera virtual. Eso en el caso de las mujeres es una gran vantaja – los viajes para entregar informacion o firmar documentos son molestias que pueden impedir el acceso.
Allianza: La recopilación de datos desglosados por sexo es fundamental para establecer una línea de base y monitorear el programa. ¿Ya ha comenzado a desglosar sus datos por sexo?
FD: Tenemos información desagregada por sexo que confirma muchas de las tendencias que ya son de conocimiento universal. Como por ejemplo, el riesgo de la cartera de las mujeres es de un 3.7%, y es menor que la cartera de los hombres, que es de 4%. Sin embargo, los préstamos promedio todavía siguen siendo un poco menores en el caso de las mujeres que en el de los hombres.
Aún hay mucho por hacer en beneficio de las mujeres porque el acceso financiero les genera acceso a varios servicios de la formalidad y les da autonomía y empoderamiento.
Allianza: En términos de representación femenina dentro de los colaboradores de Banco Solidario, ¿cómo se ve la diversidad interna en el banco?
FD: Tenemos también estadísticas internas en cuanto a la participación de género en nuestros colaboradores. En general, el 61% de los colaboradores del banco son mujeres y el 39% son hombres. Y hasta en el área comercial tenemos más mujeres que hombres – más del 60% de nuestros asesores de crédito son mujeres. A nivel de la alta dirección 45% son mujeres y 55% hombres. Todavía tenemos una debilidad en cuanto a nuestro directorio en el cual sólo tenemos una mujer, pero es algo que esperamos mejorar en el futuro. Una estadística interesante es que, comparando el salario de mujeres versus hombres -exceptuando el primer nivel gerencial-, el de mujeres es más alto en un 3%. Se debe básicamente a que las mujeres generan mayores comisiones como variable por su desempeño.
Alianza: Recientemente participaron en nuestra Academia All-Stars que se llevó a cabo en línea por primera vez. ¿Cómo les ayudó la Academia a desarrollar su modelo de negocio y estrategia centrada en las mujeres?
FD: Tuvimos 3 representantes del banco en la Academia y la participación en el programa nos ayudó mucho a delinear las ideas y el proceso que tenemos que seguir para poder incorporar de manera efectiva el concepto de diversidad y género en el banco. Fue muy relevante el poder escuchar de otras instituciones en cuanto a lo que están haciendo y el poder compartir experiencias. Nos interesa que más adelante otros colaboradores del banco pudieran participar en la Academia en español.
Alianza: ¿Cómo se enteró por primera vez de Financial Alliance for Women y por qué decidió unirse?
FD: Siempre estamos interesados en tomar parte de grupos de interés en donde podamos compartir experiencias y aprender de los demás. Somos por ejemplo miembros del Global Alliance of Banking on Values. Conocíamos de la participación de nuestros colegas del Banco Pichincha y en algún momento yo conversé con ellos y recibí los mejores comentarios. Entonces decidimos que también teníamos que estar ahí porque si queremos hacerlo, tenemos que hacerlo bien. Ustedes son una organización ágil, dan respuestas rápidas y eso evidentemente en un mundo que cambia con mucha rapidez es clave, así que estamos muy contentos de ser parte de la Alianza.