Atención en Nuevo Miembro: Banco Delta

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En conversación con Gina Marissa González Espino de Sáenz, Gerente General de Banco Delta en Panamá: GBA: Cuando empezaron a investigar las tendencias relacionadas con el mercado que está compuesto por las mujeres en Panamá, ¿qué tendencias encontraron en cuanto al rol de las mujeres en la economía, tanto como propietarias de negocios que como empleadas? ¿Cómo se puede comparar esto con el rol del hombre? Las tendencias, cuando empezamos a ver los datos, nos llaman mucho la atención.  Por ejemplo, de cada tres estudiantes panameños, dos son mujeres. Sin embargo, la participación de las mujeres en las juntas directivas de las empresas es inferior al 10%. Si las mujeres son las que más estudios realizan, ¿por qué no se incorporan en los puestos más importantes? Indagamos un poco más y vimos que, actualmente, en el mercado laboral panameño por cada tres hombres contratados solo se contrata a una mujer. En enero de 2018 se registraron 24,000 contratos de empleo y de ellos solo el 25% fueron registrados por mujeres.  Esto revela una disparidad alarmante en el mercado laboral, en el que es más fácil para los hombres conseguir un empleo formal. Las mujeres constituyen el 70% de la población no económicamente activa, es decir, que el nivel de desempleo de las mujeres es también más alto. Las causas de esta disparidad son complejas. En primer lugar, el componente cultural es muy fuerte: las mujeres tienen ciertas obligaciones que se les han asignado por motivos culturales , en cuanto al cuidado de los hijos o el cumplimiento de las responsabilidades del hogar y, aunque ellas estén haciendo innumerables esfuerzos por prepararse, esa formación se queda en casa por falta de oportunidades laborales.  Hay muy pocas organizaciones que tengan horarios flexibles y el transporte constituye un gran desafío en Panamá, ya que el tiempo excesivo requerido para transportarse hacia el trabajo y de regreso al hogar, hace que estén muchas horas fuera del hogar; las del horario laboral más el tiempo de transporte. Todo esto afecta al rol potencial de la mujer fuera del hogar y dificulta su ascenso laboral. GBA: Durante los últimos 12 años, Banco Delta se ha convertido en el banco líder en el segmento de la microempresa en Panamá. ¿Cómo lograron su éxito? ¿Qué tipo de productos financieros proporcionan a las micro y pequeñas empresas? Nuestro enfoque no es el de atender el segmento como un tema de Responsabilidad social; nuestro enfoque es especializado e integral. Buscamos cubrir las necesidades de nuestros clientes de una forma holística, no sólo con los productos tradicionales de crédito y ahorro; sino también con otros como los microseguros, asistencia exequial y servicios de salud. En el tema de ahorros por ejemplo, estudiamos que este segmento de la población ahorra en su casa y en diferentes lugares para diferentes fines. Diseñamos un producto de ahorro que le permite al cliente establecerse metas y tener el dinero distribuido por objetivos. En cuanto a nuestros colaboradores, ponemos nuestro mayor énfasis en buscar personal que refleje nuestro mercado: somos gente humilde atendiendo a gente humilde. Contratamos a personas que vengan de esos estratos y que hayan crecido a través del esfuerzo y que vengan de las localidades que atendemos. GBA: ¿Qué tipo de productos no financieros proporcionan a sus clientes? Tenemos también un gran número de productos no financieros. Uno de los programas más exitosos que hemos desarrollado es el de Plan de Consultas MYPE. Tenemos una alianza con Minimed, una red de clínicas populares, y por $5 mensuales proporcionan consultas ilimitadas para el cliente y dos beneficiarios más. En un contexto en donde muchos de nuestros clientes no tienen seguridad social y tampoco tienen la capacidad económica para ir a una clínica privada, este tipo de servicio es extremadamente valorado por nuestros clientes. Tan exitoso ha sido este programa, que Minimed nos consulta antes de abrir una clínica acerca de cuántos clientes tenemos en ciertas áreas. Asimismo, tenemos varios programas de capacitación para las MYPEs, en formatos que son accesibles para los clientes. Desarrollamos cuadernillos con caricaturas con tres módulos: cómo desarrollar un presupuesto familiar, la importancia del ahorro y la responsabilidad al obtener un crédito. La gente aprecia muchísimo las capacitaciones y vemos que sobre todo las mujeres están muy interesadas. También damos charlas sobre varios temas relevantes para las MYPEs, como por ejemplo el mercadeo, cómo escoger el lugar donde vender, cómo exhibir los productos, servicio al cliente, temas de venta, redes sociales, etc. GBA : De acuerdo con las encuestas del Enterprise Survey, de la Corporación Financiera Internacional, el 44% de las MIPYMES son propiedad de mujeres, pero sólo un 4% tienen acceso a servicios financieros para satisfacer sus necesidades de capital de trabajo.  ¿Por qué creen que existe una brecha tan amplia? Cuando analizamos las bases de datos que tenemos y los datos provenientes de instituciones que se preocupan por las políticas de género, lo que vemos es una dificultad de las mujeres para obtener servicios financieros y nosotros lo atribuimos a la falta de garantías que respalden esos créditos. Generalmente la mayoría de las garantías están registradas a nombre del hombre del hogar y ellos las utilizan para respaldar sus propios emprendimientos y financiamientos y, cuando la mujer quiere acceder a este tipo de servicios financieros, no cuenta con garantías a su nombre. Normalmente no están a su nombre porque, por motivos culturales, ese tipo de transacciones son manejadas por los hombres. Otra hipótesis que validamos es que hemos visto que las mujeres en algunas ocasiones son más cautelosas en cuanto a adquirir este tipo de compromisos, porque en muchos casos son ellas las que mantienen solas el hogar y no quieren poner en riesgo el patrimonio del hogar y la calidad de vida de sus hijos. Por ello, cuando esto sucede, las mujeres tampoco tienen un historial crediticio – es como una bola de nieve porque se va agrandando el problema e implica que la obtención de un crédito formal sea más difícil. GBA: ¿Qué objetivos se han marcado para su programa de banca mujer? Estamos trabajando con el BID en un proyecto para establecer una propuesta de valor con un enfoque de género, con el objetivo de impulsar a las microempresas del nivel más alto (las que generan ingresos entre $100,000-$150,000) lideradas por mujeres–y llevar a cabo una ampliación de escala para convertirlas en pequeñas empresas y apoyarlas en el proceso de crecimiento. Estamos en la etapa de diagnóstico y en el proceso de entender sus características y diseñar un perfil. En base a eso, desarrollaremos la propuesta de valor. GBA: Con una representación de mujeres de casi el 65% en su personal, Banco Delta es también uno de los únicos bancos en Panamá que tiene una Gerente General que es mujer.  ¿Cómo han logrado llegar a esta diversidad de personal? Panamá es un centro bancario que cuenta con la presencia de más de 70 bancos. En estos, solamente hay 2 gerentes mujeres. Actualmente existe una red de microfinanzas en Panamá, la cual presido,  y la mayoría de los gerentes son también hombres. En este contexto, la diversidad del personal se ha logrado orgánicamente. No estamos buscando específicamente llegar a estas cifras, pero de manera natural encontramos mujeres que se presentan para estos puestos. En cuanto a los asesores, los cuales representan una parte bastante importante de nuestro personal, hemos encontrado que en general las mujeres son más responsables en este tipo de actividades. Se esfuerzan por ponerse en contacto con el cliente, o entienden mejor sus necesidades.  Por ello, son bastante exitosas como asesoras. En la plana directiva del banco también tenemos un alto porcentaje de mujeres. GBA: ¿Cómo se enteraron de la existencia del Global Banking Alliance for Women? ¿Por qué decidieron formar parte de la Alianza? ¿Cuáles son sus expectativas como miembros de la Alianza? El BID nos habló de ustedes cuando estábamos iniciando un programa con enfoque de género. Nuestra principal expectativa es aprender y conocer prácticas exitosas que ya hayan estado funcionado en otras instituciones. El acceso a esas experiencias, y luego compartir las nuestras, es sumamente valioso. Creemos que un programa con un enfoque de género tendrá un gran impacto en la comunidad y será una gran ayuda para las mujeres. He trabajado en este sector durante 12 años y ha dado un giro inmenso a mi experiencia en la banca tradicional. Esta área te da mucha satisfacción personal y sabes que lo que haces tiene un impacto significativo en la comunidad – con el apoyo de GBA esperamos poder aumentar ese impacto.